miércoles, 5 de marzo de 2014

Capítulo 6 Identificación de los pensamientos automáticos




Identificación de los pensamientos automáticos

El modelo cognitivo nos dice  que la interpretación de una situación, más que la situación misma, a menudo expresada en forma de pensamientos automáticos, influye sobre las emociones, el comportamiento y la respuesta fisiológica subsiguiente. Las personas con trastornos psicológicos, no obstante, a menudo perciben mal situaciones neutras o hasta positivas y de deformar sus pensamientos automáticos.
  

Características de los pensamientos automáticos

Los pensamientos automáticos constituyen un flujo de pensamiento que coexiste con otro flujo de pensamiento más manifiesto. Estos pensamientos no son patrimonio sólo de las personas con trastornos psicológicos, sino que son una experiencia común para todos. La mayor parte del tiempo no tenemos demasiado registro de los pensamientos automáticos, pero con un poco de entrenamiento podemos traerlos a la conciencia.

La terapia cognitiva permite entonces las herramientas para evaluar los pensamientos de una manera consciente y estructurada, especialmente cuando se sienten perturbados.

Aunque los pensamientos automáticos parecen surgir espontáneamente, una vez que el paciente identifica las creencias subyacentes, se vuelven bastante predecibles. El terapeuta cognitivo se interesa en la identificación de los pensamientos disfuncionales, es decir, de aquellos que distorsionan la realidad, son emocionalmente perturbadores y/o interfieren con la capacidad del paciente para alcanzar sus objetivos.

Los pensamientos automáticos suelen ser breves, y el paciente a menudo está más consciente de la emoción que experimenta como consecuencia del pensamiento de que este en sí mismo.

Los pensamientos automáticos se pueden evaluar según su validez y su utilidad. La mayor parte de ellos están distorsionados de alguna manera y se producen pese a que existan evidencias objetivas que indiquen lo contrario. Un segundo tipo de pensamientos automáticos son adecuados, pero el paciente extrae de ellos conclusiones distorsionadas.  Otro tipo de pensamiento es aquel que también es correcto, pero decididamente disfuncional.

 Los pensamientos automáticos coexisten con un flujo más manifiesto de pensamientos, aparecen espontáneamente y no se basan en la reflexión o en la deliberación. La identificación de los pensamientos automáticos, su evaluación y la manera más adaptativa de responder a ellos suele producir cambios positivos en las emociones.

Explicar los pensamientos automáticos a los pacientes

Es ilustrativo explicar los pensamientos automáticos utilizando los propios ejemplos del paciente, se explican bajo sus propias experiencias, guiarlo a que identifique el pensamiento y lo relacione con la emoción.


Al paciente se le comunica que se le enseñará a identificar sus pensamientos automáticos, que cada vez que perciba su estado de ánimo ha experimentado un cambio.

            Pensamiento         -----------------------------------------------             Sentimiento


Lo que uno piensa influye en lo que uno siente.
A veces el pensamiento no es correcto o es sólo parcialmente correcto.
     
 Pensamiento                      ------------------------------------------------     Sentimiento


 


Nunca seré como esos estudiantes      -------------------------------  Tristeza


 3 pasos básicos  en la terapia:

1.      Identificar los pensamientos automáticos.
2.      Evaluar y reaccionar frente los pensamientos automáticos.
3.      Resolver problemas cuando los pensamientos son verdaderos.

Indagar sobre los pensamientos automáticos

Aprender a identificar los pensamientos automáticos entraña un proceso semejante al del aprendizaje de cualquier otra habilidad, Uno de los  primeros procedimiento consiste en identificar los pensamientos automáticos que el paciente genera en la sesión. El segundo método trata de investigar los pensamientos automáticos que el paciente ha tenido en situaciones problemáticas que se presentaron entre sesiones, por medio de la evocación, la imaginería, las dramatizaciones o el planteo de hipótesis.
Es importante estar alerta para captar las pistas verbales y no verbales que da el paciente, y de esta manera llegar a las “cogniciones candentes”, es decir, a los pensamientos automáticos e imágenes importantes que surgen en la sesión y están asociados con un cambio o un incremento de las emociones.



Técnicas para modificar pensamientos automáticos:

Pregunta primordial:

¿Qué estaba pasando por su mente en ese momento?

Para identificar los pensamientos automáticos:

1-Formular esta pregunta en los momentos en que se observe un cambio o una intensificación en los afectos durante la sesión.
2-Hacer que el paciente describa una situación problemática o un momento en el que experimentó un cambio en los afectos y formular entonces la pregunta básica.
3-En caso necesario, hacer que el paciente utilice imágenes mentales para describir la situación específica o el momento con la mayor cantidad de detalles posibles y formular entonces la pregunta básica.
4-Si es necesario o si se prefiere, hacer que el paciente dramatice una interacción determinada con el terapeuta y luego formular la pregunta básica.

Diferentes preguntas para indagar sobre los pensamientos automáticos:

1-¿En qué supone que estaba pensando?
2-¿Cree usted que estaba pensando en?
3-¿Estaba usted imaginando algo que podría suceder o recordando algo que ocurrió?
4-¿Qué significó esa situación para usted?
5-¿Estaba usted pensando?

Identificar los pensamientos automáticos en una situación específica:

Las mismas preguntas se pueden utilizar para ayudar al paciente a identificar los pensamientos automáticos que aparecieron entre sesiones.  En este caso también, cuando el paciente describe una situación problemática, el terapeuta primero plantea la pregunta básica “¿Qué estaba pasando por tu mente?”.

El terapeuta le solicita al paciente que imagine la situación, como si estuviese sucediendo en ese momento.

El terapeuta ayuda al paciente a que vuelva a experimentar la situación tal como si estuviese ocurriendo en ese momento. Cuando nota que ella se refiere a la escena en tiempo pasado, amablemente se le guía al paciente para que relate en tiempo presente, para lograr que la experiencia sea más inmediata.


Identificar pensamientos automáticos adicionales

Es importante continuar indagando aun después de que el paciente refirió el pensamiento automático inicial. El terapeuta debe saber que la paciente puede tener, además otros pensamientos automáticos no relacionados con la misma situación, sino con su reacción frente a la situación. También puede estar percibiendo su emoción, comportamiento o reacción fisiológica de una manera negativa.

Identificar la situación problemática

Algunas veces no se  logra identificar pensamientos automáticos asociados con una emoción dada, el paciente tiene problemas hasta para reconocer la situación o problema más difícil para él. Cuando esto sucede el terapeuta puede ayudar a encontrar la situación más problemática presentándole una cantidad de problemas existentes, pidiéndole que los elimine de a uno y observando el grado de alivio que obtiene en cada caso.


Diferenciar entre pensamientos automáticos e interpretaciones

Hasta que el paciente aprende a reconocer los pensamientos automáticos específicos que lo perturban, es posible que refiera otra serie de pensamientos. Algunos de ellos son sencillamente descriptivos y resultan inocuos o irrelevantes en relación con sus problemas. Los pensamientos automáticos relevantes suelen estar asociados con un marcado malestar.



Especificar pensamientos automáticos insertos en el discurso

Los pacientes necesitan aprender a especificar las palabras exactas que pasan por su mente, para poder evaluarlas de una manera efectiva.

El terapeuta ayuda amablemente al paciente para que identifique las palabras exactas que pasaron por su mente.

Reformular los pensamientos telegráficos o en forma de pregunta

Los pacientes muchas veces refieren pensamientos sin expresarlos en forma completa. Como es bastante difícil evaluar esos pensamientos telegráficos, el terapeuta debe guiar al paciente para que los exprese de una manera más completa.

Si el paciente no logra hacer explícito el pensamiento, el terapeuta puede hacer un nuevo intento proveyéndole un pensamiento opuesto. Los pensamientos automáticos muchas veces se presentan en forma de pregunta y esa modalidad dificulta su evaluación. El terapeuta trata de guiar al paciente para que lo exprese en forma de enunciación, antes de comenzar a evaluarlo.



Enseñar a los pacientes a identificar sus pensamientos automáticos



El terapeuta puede comenzar desde la primera sesión a enseñar al paciente la habilidad de identificar los pensamientos automáticos, en sesiones posteriores, el terapeuta puede enseñar al paciente otras técnicas en forma explícita, en caso de que la pregunta básica no haya sido suficiente.


Si esto no es así se  formula la pregunta básica y valerse de imágenes mentales, el terapeuta puede enseñar al paciente a formular teorías acerca de sus pensamientos.

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