Segunda sesión y siguientes: Estructura y Formato
La
segunda sesión en donde se maneja un formato que se repite en todas las sesiones siguientes.
El plan
típico que más se aplica a partir de la
segunda sesión en adelante, se describe a continuación:
1-Breve
actualización y control del estado de ánimo, así como uso de medicamentos,
alcohol, drogas, estos ejemplos son solamente de ser necesaria su mención.
2-Se hace una revisión de la sesión anterior.
3-Planificación.
4-Revision
de la tarea para el hogar que se dejó la
sesión anterior.
5- conversación
sobre los temas que ya habían sido planificados, se asignan nuevas tareas para
el hogar, y se hacen periódicamente síntesis de la información.
6-Realizacion
de un resumen final y una
retroalimentación.
En la
segunda sesión, el terapeuta tiene como objetivo ayudar al paciente a escoger
un problema u objetivo en el que centrarse, comenzar a resolver problemas y
reforzar el modelo cognitivo y la identificación de pensamientos automáticos.
El terapeuta debe continuar instruyendo al paciente respecto de la terapia
cognitiva para que se ajuste a la estructura de la sesión, al trabajo conjunto,
la retroalimentación al terapeuta y la consideración de sus experiencias
pasadas y presentes a la luz del modelo cognitivo. De notar el terapeuta que el
paciente se siente mejor, debe hacer modificaciones e implementar el trabajo de
prevención para de esta forma no sucedan recaídas.
Breve actualización
y control del estado de ánimo y la medicación
El
control del estado de ánimo suele ser breve y se le puede combinar con una
reseña de la semana pasada. El terapeuta solicita una descripción subjetiva por
parte del paciente y la controla con los puntajes de las pruebas objetivas. El terapeuta si encuentra diferencia en los
resultados de su descripción y entre los resultados de las pruebas, se requiere
de una interrogación al paciente, para analizar los motivos.
Cuando el
terapeuta nota un pequeño cambio en el estado de ánimo, debe pedir una explicación, de ser necesario,
sugiere que el progreso es el fruto de cambios en la conducta o el pensamiento
del paciente.
Para
indagar sobre el porqué de este cambio, se pueden hacer algunas preguntas tales
como:
Te
sientes mejor, pero… ¿sabes por qué?
-¿Has notado
algún cambio en tu pensamiento o en las cosas que hiciste esta semana?
Y si el
cambio fue para mal, se le investiga de esta forma:
-¿Por qué
crees que te has sentido peor esta semana?
-¿Podría
tener algo que ver con tus pensamientos, o con las cosas que hiciste o no
hiciste?
De esta
manera, el terapeuta puede reconocer, reforzar o modificar las explicaciones
del paciente y así obtener una mejoría o su falta de mejoría, si el paciente no
está tomando medicación, pero el terapeuta está indicando una intervención
farmacológica, puede sugerir una consulta médica o psiquiátrica.
Puente desde la sesión anterior
Aquí se
indaga sobre la percepción y comprensión
del paciente acerca de la sesión pasada. Al saber el paciente que se le harán
preguntas al respecto, se motivara para la siguiente sesión pensando en lo
trabajado en la anterior.
Si el
paciente no logra recordar sus reacciones o los puntos más importantes de la
sesión previa, el terapeuta y el paciente apelan a técnicas de resolución de
problemas para que pueda recordar mejor lo que se trabajó en la sesión actual,
es entonces cuando se sugiere el uso de un “formulario puente entre sesiones”,
que deberá ser completado para la siguiente sesión, mentalmente o por escrito.
El puente
que se tiende desde la sesión anterior sirve para instruir al paciente respecto al proceso terapéutico, señalándole
su responsabilidad en la revisión del
contenido de cada sesión anterior en la que se haya sentido molesto.
Formulario puente entre sesiones
1-¿Qué
punto importante tratamos en la sesión anterior?
¿Qué
aprendió usted?
2-¿Hubo
algo que le molestara en la sesión anterior?
¿Hay algo
que le Cueste manifestar?
3-¿Cómo
transcurrió la semana?
¿Cómo ha
sido su estado de ánimo, comparándolo con el de otras semanas?
4-¿Sucedió
esta semana algo que merezca la pena de ser discutido?
5-¿Qué
problemas desea incluir en el plan?
6-¿Qué
tareas hizo/no hizo?
¿Qué
aprendió?
Establecer
el plan
Generalmente
es el terapeuta el que asume la mayor
responsabilidad en el planteamiento de las primeras sesiones y luego, en forma
gradual, va transfiriendo la responsabilidad al paciente, por esto es
importante que el paciente aprenda las habilidades necesarias para armar su
plan, de modo que pueda seguir valiéndose de ellas una vez finalizada la
terapia.
Al
principio es necesario que al paciente se le incentive a sugerir temas para el
plan, en ocasiones no logra reconocer con exactitud qué cosas le molestan, o no
encuentran el tema adecuado, por esto el terapeuta lo instruye para que
planteen el problema que requiere alguna clase de ayuda para alcanzar la
solución, preguntándole:
¿De qué
problema o problemas deseas ocuparte hoy?
¿Qué
pondrías en el plan, para recibir ayuda el día de hoy?
¿Sobre
qué temas deberíamos trabajar hoy?
Puede
suceder que durante la sesión, por diversos motivos, el terapeuta puede sugerir
cambios en la distribución de tiempo. Puede hacerlo sí, el paciente está muy
preocupado por algún asunto en particular y necesita más tiempo para hablar
sobre eso, También puede suceder que surja algún tema nuevo, que sea de
particular relevancia, a veces el cambio debe efectuarse porque el estado de
ánimo del paciente empeora durante la sesión.
Revisión
de las tareas para el hogar
Diversos
estudios arrojan que los pacientes que
hacen regularmente sus tareas para el hogar, mejoran más que aquellos que no
las hacen. Efectuar una revisión de las tareas para el hogar en cada sesión
refuerza el comportamiento y pone de manifiesto el valor de las efectuadas en
la semana.
El
terapeuta debe tratar de revisar todas las tareas para el hogar durante la
sesión. Si las tareas no se controlan en las sesiones, el paciente puede creer
que no son importantes, y el cumplimiento desciende significativamente.
En otras
ocasiones las tareas pueden ocupar toda la sesión ,especialmente cuando las
tareas contienen temas que el paciente desea tratar.
Tratamiento
de los problemas establecidos en el plan, asignación de nuevas tareas resúmenes periódicos
El
terapeuta introduce sus propios objetivos en los momentos adecuados, cualquiera
que sea el tema de discusión. La mayor parte del tiempo, el terapeuta debe
preguntar al paciente con cuál de los temas del plan desea comenzar. De esta
manera otorga al paciente la posibilidad de ser más activo y asertivo y le
permite tomar más responsabilidades. Hay ocasiones en donde el terapeuta asume
la iniciativa de seleccionar algún punto en particular, ya que puede considerar
que esta elección llevará a un mayor avance de la sesión.
Síntesis
periódicas
Durante la sesión, el terapeuta realiza dos clases de
resúmenes. La primera es una síntesis breve, que se lleva a cabo una vez
completada cada parte de la sesión, para que tanto el paciente como el
terapeuta tengan una clara comprensión de lo que han logrado y de lo que harán
a continuación.
Otro tipo
de síntesis es la que se realiza sobre los contenidos que el paciente expone.
Aquí el terapeuta resume brevemente los aspectos centrales de las afirmaciones
del paciente tratando de usar sus mismas palabras. A menudo, el paciente ha
descripto una situación con muchos detalles.
Resumen
final y retroalimentación
En este
punto el terapeuta se abstiene de activar pensamientos negativos y
perturbadores en el paciente, aquí el objetivo es aclarar al paciente los
puntos principales tratados durante la sesión de una manera sencilla. Cuando se
trata de las primeras sesiones, es el terapeuta quién hace la síntesis, a
medida que el paciente avanza en la terapia, se hace cargo de esta tarea.
Tercera
sesión y posteriores
A medida
que la terapia progresa, se produce una gradual transferencia de las
responsabilidades al paciente. Hacia el final de la terapia es el paciente
quién designa la mayor parte de los temas de las sesiones, para esto puede
utilizar herramientas tales como la de Registro de Pensamiento Disfuncional
para evaluar sus pensamientos, diseña su propia asignación de tareas y resume
la sesión.
Gradualmente
se va pasando del énfasis inicial sobre los pensamientos automáticos a un
trabajo tanto sobre estos pensamientos, como sobre las creencias subyacentes.
El
terapeuta se dedica a los cambios de conducta para que el paciente pueda poner
a prueba ciertos pensamientos o creencias, además para que practique nuevas
habilidades, tales como la asertividad.
Cuando el
terapeuta planifica cada sesión, siempre tiene en cuenta en qué etapa de la
terapia se encuentra. El terapeuta toma notas de la sesión con el objeto de
profundizar la conceptualización, mantenerse al tanto de lo que se trabaja y
planificar futuras sesiones. Resulta de gran utilidad que las notas del
terapeuta contengan los temas que se han trabajado, los pensamientos y creencias
y la fuerza de la creencia inicial en ellos, como así también de las
intervenciones practicadas en la sesión, el éxito relativo de estas, los nuevos
pensamientos y creencias que se han estructurado y el grado de creencia en
ellos.
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