miércoles, 5 de marzo de 2014

Capítulo 1 Principios de la terapia cognitiva


Principios de la terapia cognitiva

Principio 1
La terapia cognitiva se fundamenta en una formulación dinámica del paciente y sus problemas como si fueran planteados en términos cognitivos.
Basándose en  los datos que el paciente provee en la entrevista primera siendo más profunda en el marco teórico y a lo extenso de la terapia.

Principio 2
Aquí requiere una sólida alianza  terapéutica de una sólida alianza terapéutica demostrando atención, empatía, paciencia.

Principio 3
El terapeuta alienta al paciente a considerar la terapia como trabajo en equipo. Al comienzo el terapeuta es más activo respecto  de las sugerencias sobre la dirección que debe tomar la terapia y en la confección de la síntesis del trabajo efectuado.

Principio 4
El terapeuta le ayuda a evaluar los pensamientos que interfieren con sus objetivos y a tomar medidas al respecto.

Principio 5
 Esta terapia destaca el presente, El tratamiento de la mayor parte de los pacientes, implica poner un fuerte énfasis en los problemas actuales y en las situaciones específicas que alteran al paciente. El terapeuta comienza la terapia con un examen del aquí y ahora, independientemente del diagnóstico.

Principio 6
Su objetivo principal es enseñar al paciente a ser su propio terapeuta, y poner énfasis en la prevención de las recaídas. En la primera sesión, el terapeuta instruye al paciente acerca de la naturaleza y el desarrollo de su trastorno, del proceso de terapia cognitiva y del modelo cognitivo. Enseñándolos a ayudar a establecer objetivos, identificar y evaluar sus pensamientos y creencias, si no a planificar sus cambios de conducta.

Principio 7
 La mayor parte de los pacientes con depresión y angustia, se tratan durante un periodo que va desde 4 a 14 sesiones. Hay pacientes que no hacen suficientes progresos ya que es limitada de tiempo.

Principio 8
 El terapeuta cognitivo tiende a armar una estructura establecida para cada sesión.

Principio 9
La terapia cognitiva ayuda a los pacientes a identificar y a evaluar sus pensamientos y comportamientos disfuncionales y a actuar en consecuencia.

Principio 10

 Las estrategias cognitivas son varias, tales como el cuestionamiento socrático y el descubrimiento guiado son muy importantes en esta terapia, también se utilizan dentro de un marco cognitivo, técnicas que provienen de otras orientaciones terapéuticas.

Capítulo 2 La conceptualización cognitiva


                                       La conceptualización cognitiva

El terapeuta plantea distintas preguntas;

El terapeuta establece  una hipótesis acerca de cómo el paciente llegó a desarrollar su trastorno psicológico. Siendo así de esta forma encuentra la manera de cómo abordar y obtener información sobre aprendizajes y experiencias tempranas, las creencias subyacentes, la forma en que sobrelleva creencias disfuncionales, entre distintas situaciones que se le presenten.

Aquí el terapeuta comienza a construir una conceptualización cognitiva del paciente y sigue profundizando hasta la última sesión. Esto ayuda a planificar una terapia eficaz y eficiente.

El modelo cognitivo

La terapia cognitiva se basa en el modelo cognitivo, que plantea la hipótesis de que las percepciones de los eventos influyen sobre las emociones y los comportamientos de las personas. Los sentimientos no están determinados por las situaciones mismas, sino más bien por el modo las personas interpretan esas situaciones con su forma de pensar e interpretar una situación. No es la situación misma la que determina en forma directa lo que sienten.

El terapeuta cognitivo se interesa especialmente por el nivel de pensamiento que opera simultáneamente con el pensamiento superficial que es el más evidente.
Cuando los pensamientos disfuncionales son sometidos a la reflexión racional, las emociones suelen modificarse.

-¿De dónde surgen los pensamientos automáticos?
-¿Por qué razón distintas personas interpretan la misma situación de modos completamente diferentes?
-¿Por qué una misma persona puede interpretar una situación de dos maneras distintas en dos momentos diferentes.

La respuesta a estos cuestionamientos surge del fenómeno cognitivo más perdurable: “Las creencias”. Esto que es sus pensamientos, comportamientos, emociones dependerá de las creencias que la persona tenga.

Creencias

Desde  su infancia, las personas desarrollan ciertas creencias acerca de ellas mismas, las otras personas y el mundo. Las creencias centrales son ideas tan fundamentales y profundas que no suelen expresar, ni siquiera ante uno mismo. Las creencias centrales constituyen el nivel más esencial de creencia. Son globales, rígidas y se generalizan en exceso. Los pensamientos automáticos, que son las palabras e imágenes que pasan por la mente de la persona, son, en cambio, específicos para cada situación y se considera que constituyen el novel más superficial de la cognición.

Actitudes, reglas y presunciones

Las creencias centrales inciden en el desarrollo de una clase intermedia de creencias, que consisten en actitudes, reglas y presunciones, a menudo son expresadas por;

1-Creencias centrales   
2-Creencias intermedias     
3-Pensamientos automáticos

Las creencias centrales y las intermedias se originan desde las primeras etapas de su desarrollo, las personas tratan de comprender su entorno. Necesitan, organizar experiencias de una manera coherente para lograr la adaptación que necesitan. El curso habitual del tratamiento en la terapia cognitiva implica usualmente que en los inicios se ponga más énfasis en los pensamientos automáticos. El terapeuta enseña al paciente a reconocer, evaluar y modificar sus pensamientos para lograr un alivio de los síntomas, luego el tratamiento se centra en las creencias o pensamientos que subyacen en las ideas disfuncionales.


Relación entre la conducta y los pensamientos automáticos

En una situación específica, las creencias subyacentes de una persona influyen sobre sus percepciones, y esto se expresa por medio de pensamientos automáticos específicos para esa situación.

Las preguntas básicas que se plantea un terapeuta son

-¿Cómo llego este paciente a esta situación?
-¿Qué debilidades y acontecimientos de su vida fueron significativas al respecto?
-¿Cuáles son sus pensamientos automáticos y de que creencias surgen?

Es importante que el terapeuta se ubique en el lugar del paciente para que pueda así desarrollar empatía y comprender cómo se siente y percibir el mundo a través de sus ojos.

Las conductas, las percepciones, los pensamientos y emociones del paciente se harán comprensibles a partir de su historia y su conjunto de creencias. Para el terapeuta puede resultar útil considerar a la terapia como un viaje y a la conceptualización como un mapa de ruta. El junto con su paciente examinan los objetivos de la terapia y el destino final.

A medida que el terapeuta adquiere experiencia y habilidad en la conceptualización, logra completar los detalles relevantes del mapa de ruta y su eficacia.







Capítulo 3 La estructura de la primera terapia: Primera sesión



La estructura de la primera terapia: Primera sesión



El objetivo principal es lograr que el proceso de la terapia sea comprensible, tanto para él como para el paciente. El profesional busca además que la terapia sea eficaz. Para el paciente es mejor sentirse comprendido y saber la responsabilidad de él y del terapeuta, se debe tener una expectativa clara de todo.

 Los elementos básicos de una sesión de terapia cognitiva son una breve actualización, se conecta con la sesión anterior, la formulación de un plan, la revisión de las tareas para el hogar, el abordaje de uno o varios problemas, una síntesis y retroalimentación por parte del paciente.

Objetivos y estructura de la sesión inicial

El terapeuta revisa los resultados de la evaluación que se hizo del paciente durante la admisión. Los problemas planteados por el paciente, su funcionamiento actual, sus síntomas y su historia ayudan al terapeuta a realizar una conceptualización inicial y a establecer un plan general.

Los objetivos del terapeuta en la sesión inicial

1-Crear confianza y rapport.
2-iniciar al paciente en la terapia cognitiva.
3-Instruir al paciente respecto de su trastorno, del modelo cognitivo y del proceso de la terapia.
4-Normalizar las dificultades del paciente e inculcarle esperanza.
5-Averiguar las expectativas del paciente respecto de la terapia.
6-Recabar información adicional acerca de las dificultades del paciente.
7-Utilizar esta información para desarrollar una lista de objetivos.


Lo que se recomienda para la primera sesión es

1-Establecer un plan.
2-Controlar el estado de ánimo.
3-Revisar el problema que se presenta y efectuar una actualización del estado en que se encuentra.
4-Identificar problemas y establecer objetivos.
5-Instruir al paciente acerca del modelo cognitivo.
6-Averiguar las expectativas del paciente respecto de la terapia.
7-Instruir al paciente respecto de su trastorno.
8-Fijar tareas para el hogar.
9-Hacer una síntesis.
10-Lograr retroalimentación pro parte del paciente.


Para demostrar respeto y colaboración, al final de cada sesión, el terapeuta también se ocupa de averiguar cuál es la percepción que el paciente tiene del proceso terapéutico y del terapeuta.

La retroalimentación por parte del paciente permite al terapeuta saber si está resultando empático, competente y comprensivo y también lo habilita para realizar, en esta etapa temprana, correcciones de cualquier percepción errónea.

Establecer plan

La explicación del funcionamiento hace más comprensible el proceso de la terapia para el paciente y lo ínsita a tener una participación activa de una manera estructurada y productiva. Cuando no se logra establecer bien los planes, suelen producirse algunos diálogos improductivos, ya que el terapeuta y el paciente no pueden centrarse en las cuestiones más importantes para este.

Control del estado de ánimo

Una vez establecido el plan para la primera sesión, el terapeuta realiza un breve control del estado de ánimo. Se pueden utilizar algunos cuestionarios objetivos, tales como: El inventario de Ansiedad de Beck y Escala de Desesperanza de Beck, estos cuestionarios ayudan al paciente y al terapeuta a controlar con objetividad el estado anímico del paciente.


Revisión de la presentación, identificación de problemas y establecimiento de objetivos

El terapeuta revisa  el problema del paciente solicitándole  que lo ponga al día y luego centra su atención en los problemas específicos.

El terapeuta revisa los problemas de la paciente, determina que ella no se encuentra en una situación de riesgo de suicidio y observa que no ha habido cambios significativos desde la evaluación inicial.

Al comienzo de la sesión, el terapeuta hace que el o la paciente adopte un papel más activo, pidiéndole que escriba. Le sugiere lo que debe escribir ya que para ella o él no es evidente. El terapeuta asume la tarea de escribir cuando se trata de pacientes que no pueden hacerlo o que tienen fuertes objeciones al respecto.


Instruir al paciente acerca del modelo cognitivo

Uno de los principales objetivos de la terapia cognitiva es enseñar al paciente a convertirse en su propio terapeuta. Desde el comienzo, el terapeuta averigua lo que el paciente ya sabe acerca de este tipo de terapia.

Las expectativas acerca de la terapia

Los pacientes suelen comenzar la terapia pensando que se trata de algo místico o insondable y que no serán capaces de comprender como es el proceso mediante el cual mejoran. El terapeuta cognitivo por el contrario, pone énfasis en explicar que este tipo de terapia es ordenada y racional y que los pacientes mejoran, porque se comprenden mejor así mismos, resuelven problemas y adquieren herramientas que pueden aplicar por su cuenta.


Instruir al paciente acerca de su trastorno

La mayoría de los pacientes quieren conocer su diagnóstico general, asegurarse de que no están locos, saber que su terapeuta ha ayudado antes a otros pacientes semejantes a ellos y que no considera extraños.

Fin de la sesión y asignación de tareas para el hogar


La síntesis final une distintos hilos de la sesión, la síntesis final une distintos hilos de la sesión y refuerza los puntos principales. En las primeras sesiones, es el terapeuta quién realiza el resumen. El terapeuta deja tareas para el hogar en donde busca asegurarse de que las tareas para el hogar resulten.

Capítulo 4 Segunda sesión y siguientes: Estructura y Formato



Segunda sesión y siguientes: Estructura y Formato

La segunda sesión en donde se maneja un formato que se repite  en todas las sesiones siguientes.

El plan típico que más  se aplica a partir de la segunda sesión en adelante, se describe a continuación:

1-Breve actualización y control del estado de ánimo, así como uso de medicamentos, alcohol, drogas, estos ejemplos son solamente de ser necesaria su mención.

 2-Se hace una revisión de la sesión anterior.

3-Planificación.

4-Revision de  la tarea para el hogar que se dejó la sesión anterior.

5- conversación sobre los temas que ya habían sido planificados, se asignan nuevas tareas para el hogar, y se hacen periódicamente síntesis de la información.

6-Realizacion de un  resumen final y una retroalimentación.

En la segunda sesión, el terapeuta tiene como objetivo ayudar al paciente a escoger un problema u objetivo en el que centrarse, comenzar a resolver problemas y reforzar el modelo cognitivo y la identificación de pensamientos automáticos. El terapeuta debe continuar instruyendo al paciente respecto de la terapia cognitiva para que se ajuste a la estructura de la sesión, al trabajo conjunto, la retroalimentación al terapeuta y la consideración de sus experiencias pasadas y presentes a la luz del modelo cognitivo. De notar el terapeuta que el paciente se siente mejor, debe hacer modificaciones e implementar el trabajo de prevención para de esta forma no sucedan recaídas.


Breve actualización y control del estado de ánimo y la medicación

El control del estado de ánimo suele ser breve y se le puede combinar con una reseña de la semana pasada. El terapeuta solicita una descripción subjetiva por parte del paciente y la controla con los puntajes de las pruebas objetivas.  El terapeuta si encuentra diferencia en los resultados de su descripción y entre los resultados de las pruebas, se requiere de una interrogación al paciente, para analizar los motivos.
Cuando el terapeuta nota un pequeño cambio en el estado de ánimo,  debe pedir una explicación, de ser necesario, sugiere que el progreso es el fruto de cambios en la conducta o el pensamiento del paciente.

Para indagar sobre el porqué de este cambio, se pueden hacer algunas preguntas tales como:

Te sientes mejor, pero… ¿sabes por qué?
-¿Has notado algún cambio en tu pensamiento o en las cosas que hiciste esta semana?

Y si el cambio fue para mal, se le investiga de esta forma:

-¿Por qué crees que te has sentido peor esta semana?
-¿Podría tener algo que ver con tus pensamientos, o con las cosas que hiciste o no hiciste?

De esta manera, el terapeuta puede reconocer, reforzar o modificar las explicaciones del paciente y así obtener una mejoría o su falta de mejoría, si el paciente no está tomando medicación, pero el terapeuta está indicando una intervención farmacológica, puede sugerir una consulta médica o psiquiátrica.


Puente desde la sesión anterior

Aquí se indaga  sobre la percepción y comprensión del paciente acerca de la sesión pasada. Al saber el paciente que se le harán preguntas al respecto, se motivara para la siguiente sesión pensando en lo trabajado en la anterior.

Si el paciente no logra recordar sus reacciones o los puntos más importantes de la sesión previa, el terapeuta y el paciente apelan a técnicas de resolución de problemas para que pueda recordar mejor lo que se trabajó en la sesión actual, es entonces cuando se sugiere el uso de un “formulario puente entre sesiones”, que deberá ser completado para la siguiente sesión, mentalmente o por escrito.

El puente que se tiende desde la sesión anterior sirve para instruir al paciente  respecto al proceso terapéutico, señalándole su responsabilidad  en la revisión del contenido de cada sesión anterior en la que se haya sentido molesto.




Formulario puente entre sesiones

1-¿Qué punto importante tratamos en la sesión anterior?
¿Qué aprendió usted?

2-¿Hubo algo que le molestara en la sesión anterior?
¿Hay algo que le Cueste manifestar?

3-¿Cómo transcurrió la semana?
¿Cómo ha sido su estado de ánimo, comparándolo con el de otras semanas?

4-¿Sucedió esta semana algo que merezca la pena de ser discutido?

5-¿Qué problemas desea incluir en el plan?

6-¿Qué tareas hizo/no hizo?
¿Qué aprendió?



Establecer el plan

Generalmente es   el terapeuta el que asume la mayor responsabilidad en el planteamiento de las primeras sesiones y luego, en forma gradual, va transfiriendo la responsabilidad al paciente, por esto es importante que el paciente aprenda las habilidades necesarias para armar su plan, de modo que pueda seguir valiéndose de ellas una vez finalizada la terapia.

Al principio es necesario que al paciente se le incentive a sugerir temas para el plan, en ocasiones no logra reconocer con exactitud qué cosas le molestan, o no encuentran el tema adecuado, por esto el terapeuta lo instruye para que planteen el problema que requiere alguna clase de ayuda para alcanzar la solución, preguntándole:

¿De qué problema o problemas deseas ocuparte hoy?
¿Qué pondrías en el plan, para recibir ayuda el día de hoy?
¿Sobre qué temas deberíamos trabajar hoy?

Puede suceder que durante la sesión, por diversos motivos, el terapeuta puede sugerir cambios en la distribución de tiempo. Puede hacerlo sí, el paciente está muy preocupado por algún asunto en particular y necesita más tiempo para hablar sobre eso, También puede suceder que surja algún tema nuevo, que sea de particular relevancia, a veces el cambio debe efectuarse porque el estado de ánimo del paciente empeora durante la sesión.

Revisión de las tareas para el hogar

Diversos estudios arrojan  que los pacientes que hacen regularmente sus tareas para el hogar, mejoran más que aquellos que no las hacen. Efectuar una revisión de las tareas para el hogar en cada sesión refuerza el comportamiento y pone de manifiesto el valor de las efectuadas en la semana.

El terapeuta debe tratar de revisar todas las tareas para el hogar durante la sesión. Si las tareas no se controlan en las sesiones, el paciente puede creer que no son importantes, y el cumplimiento desciende significativamente.

En otras ocasiones las tareas pueden ocupar toda la sesión ,especialmente cuando las tareas contienen temas que el paciente desea tratar.

Tratamiento de los problemas establecidos en el plan, asignación de nuevas tareas  resúmenes periódicos


El terapeuta introduce sus propios objetivos en los momentos adecuados, cualquiera que sea el tema de discusión. La mayor parte del tiempo, el terapeuta debe preguntar al paciente con cuál de los temas del plan desea comenzar. De esta manera otorga al paciente la posibilidad de ser más activo y asertivo y le permite tomar más responsabilidades. Hay ocasiones en donde el terapeuta asume la iniciativa de seleccionar algún punto en particular, ya que puede considerar que esta elección llevará a un mayor avance de la sesión.


Síntesis periódicas

Durante  la sesión, el terapeuta realiza dos clases de resúmenes. La primera es una síntesis breve, que se lleva a cabo una vez completada cada parte de la sesión, para que tanto el paciente como el terapeuta tengan una clara comprensión de lo que han logrado y de lo que harán a continuación.
Otro tipo de síntesis es la que se realiza sobre los contenidos que el paciente expone. Aquí el terapeuta resume brevemente los aspectos centrales de las afirmaciones del paciente tratando de usar sus mismas palabras. A menudo, el paciente ha descripto una situación con muchos detalles.



Resumen final y retroalimentación

En este punto el terapeuta se abstiene de activar pensamientos negativos y perturbadores en el paciente, aquí el objetivo es aclarar al paciente los puntos principales tratados durante la sesión de una manera sencilla. Cuando se trata de las primeras sesiones, es el terapeuta quién hace la síntesis, a medida que el paciente avanza en la terapia, se hace cargo de esta tarea.

Tercera sesión y posteriores


A medida que la terapia progresa, se produce una gradual transferencia de las responsabilidades al paciente. Hacia el final de la terapia es el paciente quién designa la mayor parte de los temas de las sesiones, para esto puede utilizar herramientas tales como la de Registro de Pensamiento Disfuncional para evaluar sus pensamientos, diseña su propia asignación de tareas y resume la sesión.

Gradualmente se va pasando del énfasis inicial sobre los pensamientos automáticos a un trabajo tanto sobre estos pensamientos, como sobre las creencias subyacentes.
El terapeuta se dedica a los cambios de conducta para que el paciente pueda poner a prueba ciertos pensamientos o creencias, además para que practique nuevas habilidades, tales como la asertividad.


Cuando el terapeuta planifica cada sesión, siempre tiene en cuenta en qué etapa de la terapia se encuentra. El terapeuta toma notas de la sesión con el objeto de profundizar la conceptualización, mantenerse al tanto de lo que se trabaja y planificar futuras sesiones. Resulta de gran utilidad que las notas del terapeuta contengan los temas que se han trabajado, los pensamientos y creencias y la fuerza de la creencia inicial en ellos, como así también de las intervenciones practicadas en la sesión, el éxito relativo de estas, los nuevos pensamientos y creencias que se han estructurado y el grado de creencia en ellos. 

Capítulo 5 Problemas en la estructuración de las sesiones de terapia


Problemas en la estructuración de las sesiones de terapia

Aparecen haciendo referencia a la estructuración de las sesiones. Cuando el terapeuta toma conciencia del problema, lo primero que hace es especificarlo y luego esboza una teoría acerca de su causa, para después diseñar una solución que no perjudique la alianza terapéutica.
  
Los problemas aparecen porque el terapeuta no ha instruido al paciente adecuadamente. En estos casos, es posible que sólo deba mejorar su capacidad para instruir a los pacientes o que deba evaluar y controlar sus propios pensamientos automáticos con respecto a la estructuración.

El terapeuta debe comprender que un paciente que acaba de ponerse en contacto con la terapia cognitiva no sabe de antemano que  aquel desearía que le informe acerca de los acontecimientos de la semana, describa su estado de ánimo y determine sintéticamente un plan. Tampoco sabe que debe resumir la sesión, dar retroalimentación al terapeuta, recordar el contenido de la sesión y realizar diariamente tareas para el hogar.

Por muchas razones, el terapeuta debe a menudo repetir muchas veces sus descripciones, dar explicaciones y controlar cada uno de los elementos de la sesión, dando respuestas correctivas.

Otro tipo de dificultad se refiere a la renuncia del paciente para adaptarse a la estructura prescripta a causa de las percepciones y creencias disfuncionales acerca de sí mismo, el terapeuta y/o la terapia. En estos casos, el terapeuta debe formular una explicación acerca de la causa del problema y diseñar una solución. Puede optar, o bien por aceptar la incomodidad del paciente, pidiéndole de todas maneras que acepte esa estructura como un experimento, o bien por acomodarse al comportamiento del paciente, permitiendo que sea él quién al comienzo domine y controle el curso de la sesión.

Breve actualización

Una dificultad que es bastante común es la que se produce cuando el paciente comienza la sesión con un relato demasiado detallado o caótico. Luego de varias oraciones, el terapeuta interviene amablemente, señalando la importancia de centrarse en problemas específicos.

En algún momento de la sesión, el terapeuta puede sugerir que, para el siguiente encuentro, el paciente prepare por escrito un panorama general de lo que ha ocurriendo en la semana, en unas pocas oraciones.

Control del estado de ánimo

En algunas ocasiones, el paciente no logra llenar bien los formularios, le desagradan o tiene dificultades para expresar subjetivamente su estado de ánimo general durante la semana. Si el paciente se siente molesto cuando se le pide que complete formularios, el terapeuta puede indagar acerca de sus pensamientos automáticos. También puede responder empáticamente a las preocupaciones del paciente, ayudarlo a evaluar sus pensamientos y creencias relevantes y/o ayudarlo a resolver el paciente.

En algunos casos el problema puede ser diferente cuando el paciente encuentra dificultades para expresar su estado de ánimo, ya sea porque no logra hacerlo de una manera concisa, o bien porque tiene problemas para dar nombres a sus estados de ánimo. El terapeuta en estos casos puede interrumpirlo amablemente y formularle preguntas específicas o demostrarle cómo puede responder,  ejemplo:

-¿Puedo interrumpirte un momento?
-¿Puedes decirme en una sola oración cómo ha sido tu estado de ánimo esta semana, en comparación con la semana pasada?
-“Quiero saber más del problema que has tenido con?

Si el paciente tiene dificultades para dar un nombre a sus estados de ánimo, el terapeuta puede responder:

-Parece que te cuesta expresar cómo te has sentido
-¿Te parece que incluyamos en el plan del ítem “identificación de sentimientos”?

Puente desde la sesión anterior

Los problemas suelen aparecer  por la dificultad del paciente para recordar el contenido de la sesión o por su resistencia para expresar sentimientos negativos hacia el terapeuta. Una solución es pedir al paciente que complete un formulario Puente entre sesiones, antes de cada una de ellas.

Cuando el paciente no logra expresar con sinceridad sus reacciones frente a lo sucedido en la sesión anterior, se pueden adoptar distintas soluciones.

 Primer lugar: si hay una reacción negativa, el terapeuta puede
Alentar más al paciente a expresarla.

Segundo lugar: el terapeuta puede trabajar sobre el significado que tiene para el paciente la expresión de sentimientos negativos.


Establecer el plan
Las dificultades típicas que aparecen en este tramo son la falta de colaboración del paciente en el armado del plan, las divagaciones que pueden aparecer, o la actitud negativa en las conversaciones para fijar temas. El paciente que no contribuye con temas para el plan o bien no está suficientemente instruido, o está atribuyendo un significado negativo especial a su colaboración.

Si la paciente continúa sin sugerir algún tema, el terapeuta debe averiguar acerca de sus pensamientos automático, Se pueden sugerir los siguientes cuestionamientos:

-¿Recuerdas que debías pensar en un tema para el plan?
-¿Qué pasa por tu mente mientras tratas de pensar en un tema?
-¿Cómo te sientes si te presiono para que pienses en un tema?
-¿Te molesta?

Puede aparecer otro tipo de problema que se presenta cuando el paciente no tiene expectativas respecto del planteamiento de sus problemas, en este caso él terapeuta trata de implementar técnicas de resolución de problemas.



Revisión de la tarea para el hogar

Uno de los  problemas típicos es que el terapeuta, apresurado por abordar los temas del plan, no llegue a preguntarle al paciente acerca de las tareas que realizó durante la semana. En  caso contrario, aparece que el terapeuta revisa las tareas demasiado detalladamente antes de pasar al plan del día.


Abordaje de los ítems del plan

Los problemas que surgen en esta parte de la sesión, son la falta de esperanza, las conversaciones tangenciales o dispersas, un manejo ineficaz del tiempo y la incapacidad para realizar intervenciones terapéuticas.
También se produce un problema cuando hay intercambios de escaso valor, y no se logra concentrar la actividad en los pensamientos automáticos, las emociones y comportamientos clave y cuando no consigue realizar la síntesis con frecuencia.

El manejo del tiempo suele ser un problema para el terapeuta novato, que muchas veces sobrestima la cantidad de temas que pueden ser abordados en la sesión. Tanto el terapeuta como el paciente deben mantener el control del tiempo y decidir juntos qué hacer cuando es escaso.

Otro problema que suele aparecer durante el tratamiento de los ítems del plan, es que el terapeuta no acierte a hacer una intervención terapéutica.  El terapeuta debe ser consciente de que su objetivo es ayudar al paciente a combatir sus cogniciones disfuncionales, resolver o al menos solucionar parcialmente un problema o asignar tareas pensadas para mejorar el problema o hacer que se sienta menos perturbado.


Asignar nuevas tareas

Es menos probable que un paciente cumpla con las tareas para el hogar si:

1-El terapeuta sugiere una tarea demasiado difícil o no relacionada con las preocupaciones del paciente.
2-No le da una explicación adecuada.
3-Olvida revisar las tareas asignadas en sesiones anteriores.
4-No enfatiza la importancia de las tareas diarias en general y de cada asignación específica en particular.
5-No enseña específicamente a realizar la tarea.
6-No inicia la tarea, ni realiza ensayos de la misma, ni formula preguntas estándar acerca de los obstáculos potenciales que podrían interponerse.
 7-No hace que el paciente anote lo que le asigna.
8-Fija unilateralmente una tarea que el paciente no desea hacer.



Resumen final

En el transcurso de la sesión, el terapeuta resume periódicamente los contenidos para asegurarse de haber comprendido lo que el paciente ha expuesto. Si le ha pedido que registre por escrito los puntos más importantes de la sesión, el resumen final consistirá en una breve revisión de esas notas y una síntesis oral de otros tópicos que se hayan tratado.
Cuando el terapeuta no hace que el paciente tome notas, generalmente resulta más difícil hacer una síntesis de sesión  y lograr que el paciente recuerde los temas tratados durante la semana.

Retroalimentación

Pueden aparecer problemas cuando el paciente está molesto hacia el final de la sesión y no tiene suficiente tiempo para resolver su malestar o cuando no logra expresar en absoluto sus reacciones negativas. Una solución práctica para evitar quedarse sin tiempo es comenzar el cierre unos diez minutos antes del final.


Problemas que surgen de las cogniciones del terapeuta

Estos problemas presuponen que el terapeuta está de acuerdo con la estructura habitual de la sesión de terapia y se siente competente para implementarla.

Pensamientos automáticos que pueden surgir en el terapeuta:
-No logro estructurar la sesión.
-A mi paciente no le gustará la estructura.
-No se puede expresar sintéticamente.
-No debería interrumpirlo.
-Si soy demasiado directivo, se enojará.
-No cumplirá con las tareas.

-Si evalúo sus ideas, se sentirá menospreciado.